EthiFinance Ratings mantiene la calificación del Ayuntamiento de Barcelona en A- con mejora de tendencia de ‘en Observación’ a ‘Estable’

En su revisión del mes de abril EthiFinance Ratings mantiene la calificación de crédito no solicitada de la ciudad de Barcelona de A- con cambio de tendencia de en Observación a Estable por la aplicación del techo país.

A pesar de que se espera que el crecimiento final de la economía barcelonesa en 2022 se sitúe por encima del nacional (5,5%), la agencia europea de calificación crediticia mantiene la cautela en sus previsiones para 2023 y calcula que el PIB de la Ciudad Condal avance en torno al 1,3%, en línea con el de España y casi un punto por debajo de las previsiones del consistorio (2,1%).

A pesar del buen comportamiento del sector turístico, que se ha consolidado de nuevo como motor de crecimiento frente al frenazo de la industria y el consumo, el informe advierte de los “diversos riesgos que podrían lastrar el crecimiento durante este ejercicio”, apuntando de manera concreta a las presiones inflacionistas y el incremento de los tipos de interés que podrían trasladarse de forma generalizada a otros bienes y servicios como ya ocurrió en 2022.

Tal y como ya se destacó en el informe del mes de octubre, la calificación valora positivamente la fortaleza del mercado laboral de la Ciudad Condal, con una tasa de paro del 7,1% hasta el tercer trimestre de 2022 -por debajo de la media nacional-, así como su mayor PIB per cápita. No obstante, se vuelve a poner el acento en la “dualidad del mercado de trabajo”, la “elevada tasa de paro juvenil (19,7% de la población activa) y de dependencia (50,8%)”.

Posiciones fiscales sólidas

La calificación valora positivamente la solidez de las posiciones fiscales del Ayuntamiento de Barcelona, lo que le ha permitido hacer frente a shocks económicos como los provocados por el estallido de la COVID-19 y el incremento de las presiones inflacionistas derivado de la guerra de Ucrania.

En términos presupuestarios, el informe apunta el “máximo histórico” de las cuentas del presente ejercicio de 2023, hasta los 3.595 millones de euros. Cifra un 5,4% superior a la de 2022. Asimismo, destaca la “evolución más favorable” de los ingresos corrientes sobre los gastos corrientes según el presupuesto liquidado de 2022, lo que incrementó el ahorro bruto hasta representar el 16% de los primeros.

En cuanto a la deuda pública, EthiFinance Ratings valora la positiva evolución de la misma, al registrar en 2022 un menor aumento del inicialmente avanzado (847 millones frente a los 967 del aprobado), como consecuencia de un mejor cierre de año. Sin embargo, el Presupuesto de 2023 recoge un incremento de casi cinco puntos, hasta los 1.001 millones de euros (32,4% de los ingresos corrientes frente al 27,6% de 2022).

Por otra parte, la calificación destaca la constante reducción de los periodos medios de pago a proveedores hasta los 4,4 días de media, muy por debajo de los 30 establecidos por la legislación vigente.

Por último, se señala el “perfil de liquidez favorable en el que tanto el flujo de caja como los activos líquidos presentan posiciones sólidas”. No obstante, el escaso acceso a los mercados de capitales del Consistorio, “podría suponer un riesgo a futuro si sucediese algún incidente del que se necesitase liquidez inmediata”.

Firme compromiso con los principios ESG

La calificación valora de forma positiva la “recurrencia y flexibilidad de ingresos y gastos desde el punto de vista de las competencias cedidas y las fuentes de financiación establecidas, la existencia de mecanismos de supervisión y la estabilidad gubernamental del consistorio”.

Además, la calificación tiene en cuenta el “adecuado marco institucional” del Ayuntamiento de Barcelona. No obstante, tal y como viene explicándose en las anteriores revisiones, el informe señala la elevada fragmentación parlamentaria del Ayuntamiento de la Ciudad Condal que previsiblemente se mantendrá tras la celebración de las elecciones municipales del próximo mes de mayo.

EthiFinance Ratings también tiene en cuenta los principios ESG (Environmental, Social and Governance) en el proceso de calificación. A este respecto, el Consistorio de la Ciudad Condal habría mostrado un notable avance, entre otros con la emisión de un bono sostenible efectuada en el año 2017 (35 millones de euros) en el contexto de un Plan (2016‐ 2019) que busca el desarrollo de una economía inclusiva y mitigar las desigualdades, entre otros aspectos.

De igual manera, el informe pone el acento en el compromiso del Ayuntamiento de Barcelona con los principios ESG, instrumentalizado a través del Compromiso Ciudadano por la Sostenibilidad 2012‐2022, que aboga por la implantación de diez medidas para la mejora de la sostenibilidad de la ciudad y el Compromiso de Barcelona por el Clima, que establece una hoja de ruta centrada en la eficiencia energética, reducción de CO2 y la lucha contra la pobreza energética, entre otras. Se añade a lo anterior el lanzamiento de la Estrategia de Impulso de la Agenda 2030, con diferentes medidas alineadas con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

Por otra parte, según un estudio realizado por Idencity, Barcelona se encontraría entre las 15 ciudades españolas con mejor puntuación en cuanto a ODS en ocho objetivos diferentes, principalmente los más relacionados con la sostenibilidad y el medio ambiente. Además, lidera los ODS 1 -fin de la pobreza- y 9 -industria, innovación e infraestructuras- y ocupa el segundo puesto en los ODS 14 -vida marina-.