EthiFinance Ratings mantiene la calificación de España en A- con tendencia en Observación y fija el crecimiento del PIB en el 4,3% para 2022

05/09/2022

En su revisión del mes de septiembre EthiFinance Ratings mantiene la calificación no solicitada del Reino de España en A- con tendencia en Observación. A pesar de la situación de incertidumbre por la que atraviesa su economía, la calificación valora tanto el crecimiento positivo que se viene observando en 2021 y que ha tenido continuidad en los dos primeros trimestres del año como el impacto de los Fondos Next Generation -cuyas inversiones se destinarán principalmente a sectores de la economía productiva con alto valor añadido (tecnología e industria, entre otros)-, la recuperación de la actividad turística -con un aumento anual del gasto turístico del 271,3% en junio- y el dinamismo del mercado laboral.

No obstante, la agencia de calificación europea ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento de España hasta el 4,3% para este ejercicio de 2022, cifra 1,2 puntos inferior a la de estimada en la calificación del pasado mes de marzo, y en el 1,9% para 2023 debido al “aumento sostenido de la incertidumbre y de las presiones inflacionistas, cuyo impacto sobre el consumo y la producción será mayor de lo inicialmente estimado”.

A este respecto, el informe destaca el efecto de las restricciones en la oferta de materias primas y de algunos alimentos derivadas, principalmente, del conflicto entre Rusia y Ucrania. Circunstancia que ha provocado un aumento de los precios “que, finalmente, se ha transmitido a otros bienes y servicios”. En este sentido, el informe apunta al riesgo que representa para la economía el alza de la inflación subyacente hasta el 6,4% el pasado mes de agosto. “Además, la subida de precios está afectando a todos los países de la Unión Europea (UE) de forma similar, por lo que estimamos que pesará sobre la demanda interna y externa, así como sobre la producción”, apostilla el informe de calificación.

En este sentido desde EthiFinance Ratings se espera que la inflación anual se incremente hasta el 8,3% a cierre del presente ejercicio pese a la “ligera” normalización de los precios a final de año. Ésta que se producirá, además de por el efecto estadístico, el tope del precio del gas y la moderación del precio del petróleo, por el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo como respuesta al constante aumento de la inflación. Cabe señalar en este punto que, tal y como advierte el informe, las nuevas subidas de tipos de interés previstas para finales de año limitarán el consumo en el último trimestre de este año 2022 y el primero de 2023, lo que frenará, a su vez, el crecimiento económico.

La calificación valora la evolución “positiva” del empleo, favorecido por la Reforma Laboral aprobada el pasado mes de marzo que ha impulsado la contratación indefinida. A este respecto, la tasa de paro decrecerá hasta el 13,6% de la población activa en 2022 y hasta el 13,1% en 2023. No obstante, tal y como se viene observando en anteriores informes España mantiene altas tasas de desempleo y dependencia, que junto con el bajo crecimiento de la población representan “una de las principales limitaciones de nuestra calificación, además de suponer un riesgo futuro para la sostenibilidad de las finanzas públicas”. Hecho, este último, que se agravaría con la indexación al IPC de las pensiones -recogida en la última reforma del sistema- y el incremento de los precios estimado para el próximo bienio.

Sector exterior: deterioro de la balanza por cuenta corriente

El informe de calificación crediticia del Reino de España hace mención especial al sector exterior que si bien continuará siendo uno de los pilares para la economía española, se está viendo afectado por el aumento generalizado de los precios y, especialmente, el deterioro del déficit energético, “siendo la subida de las exportaciones de servicios por el turismo insuficientes para paliar el incremento de las importaciones”, se apunta en el informe. Así, a pesar de que se mantendrá la situación de superávit, este se recortará hasta el 0,5% del PIB en 2022 para normalizarse en 2023, año en el que se prevé un incremento de cuatro décimas, hasta el 0,9%.

La calificación queda a su vez limitada por el máximo histórico de volumen de deuda externa bruta, hasta el 193,3% del PIB, lo que supone un riesgo teniendo en cuenta el endurecimiento de las condiciones de financiación y la depreciación del euro de los últimos meses. A pesar de ello, la citada deuda se encontraría más aislada de shocks exógenos por establecerse a largo plazo, tipo de interés fijo y denominarse en euros.

En lo relativo a las posiciones fiscales, la calificación valora de forma positiva el proceso de consolidación fiscal llevado a cabo por el Gobierno de España en los últimos años. Con una mejora gradual de los niveles de déficit y deuda públicos. Aún así éstos “se mantienen en valores elevados”.

Respecto al déficit, el ejercicio cerrará con una tasa negativa del -5%, según las previsiones de EthiFinance Ratings. Cifra que a pesar del incremento de 1,6 puntos del gasto corriente hasta el 2,4% (-0,9% en la revisión de marzo) queda contenida por la mayor recaudación fiscal esperada debido a la subida de precios.

Por su parte, la deuda pública se situará en el 116,3% del PIB al finalizar el ejercicio. Niveles sobre los que “no se estima una reducción notable de esta en los próximos años”. Por otra parte el riesgo potencial que supone la subida de tipos de interés queda compensado por la contracción del ratio de intereses sobre ingresos corrientes, debido al citado aumento de la recaudación, así como por el incremento del periodo de vencimiento, hasta alcanzar la media de ocho años.

Por último, la calificación destaca la mejora del perfil de liquidez de España con respecto a la revisión del pasado mes de marzo, con unos activos financieros líquidos del 14,8% del PIB y 14,1% en 2022 y 2023 respectivamente según el FMI.

El informe menciona también la situación del sistema financiero español, que ha conseguido contener el incremento de la tasa de morosidad. De hecho, según los datos del primer semestre, la mayoría de los grandes bancos españoles han registrado una reducción de esta. En este punto, el alto nivel de endeudamiento sobre PIB y la baja rentabilidad del sector financiero (que se espera mejorará con la subida de tipos de interés) limitan la calificación.

ESG y marco institucional

La calificación de EthiFinance Ratings valora positivamente los avances en materia ESG (Environmental, Social and Governance) realizados por España en los últimos años, entre ellos la primera emisión de bonos soberanos por valor de 5.000 millones de euros. Asimismo, entre las condiciones para la recepción de Fondos Europeos se encuentra que una gran proporción se destine a inversiones verdes, “lo que debe garantizar una evolución favorable en el compromiso medioambiental del país”.

No obstante, existen “ciertos sesgos a la baja”, como el incumplimiento de algunas leyes medioambientales de la Unión Europea y el hecho de que el país es uno de los más expuestos al cambio climático dentro de la UE. Además, con un total de 26, España es el Estado miembro con más expedientes abiertos por infracción de las leyes medioambientales de la UE. Asimismo, el Índice de Riesgo Climático Global 2021 -que mide la vulnerabilidad de un país ante el cambio climático- indica que España se encuentra en la posición 32 de todos los países del mundo.

Por otra parte, España tiene una alta dependencia energética, con importaciones netas de energía que suponen el 67% del total de la energía consumida, sólo por detrásde Italia (73%). Pese a ello, la calificación valora el elevado mix eléctrico descarbonizado de España, donde el 42% de la electricidad procede de las renovables.

A nivel social, desde la agencia europea de calificación valoran positivamente el estado de bienestar español, que otorga una serie de garantías sociales a toda la población. No obstante, el informe pone el acento en el aumento de la desigualdad entre España y el resto de los países de la Unión Europea, debido al mayor impacto del COVID-19.

En relación con el marco institucional, pese a que, en líneas generales obtiene una valoración positiva por su solidez, el informe advierte de factores como la descentralización política que pueden afectar a la evolución del país a medio plazo ya que “restan eficiencia y agilidad a las políticas públicas”. En este punto se espera que el hecho de que gran parte de las inversiones del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia se canalicen a nivel regional “no suponga un lastre para la eficacia de su implementación”.

Asimismo, la cada vez mayor fragmentación del parlamento “podría dificultar la aprobación de reformas necesarias para cumplir con los requisitos de los diferentes desembolsos de los fondos NGEU”.