2023, el año de la regulación para las agencias de calificación ESG

06/02/2024

Durante los últimos años los avances regulatorios en el dinámico ecosistema de las finanzas sostenibles en Europa han sido realmente relevantes. En esta misma línea, el crecimiento del mercado de inversión ESG (ambiental, social y gobernanza, por sus siglas en inglés) ha sido exponencial. En este contexto, las calificaciones ESG han jugado un rol central, principalmente, por la capacidad de influencia e impacto en los mercados de capitales y en la confianza de los inversores. Por todo ello, resulta cuando menos curioso que durante todo este tiempo el sector de calificación ESG haya estado fuera del ámbito regulatorio; sin embargo, esto cambiará drásticamente una vez que se apruebe la Propuesta de Reglamento sobre la transparencia e integridad de la actividad de calificación ESG, emitida por la Comisión Europea (en adelante, CE) en junio de 2023, y a través de la cual se pretende regular la actividad de calificación ESG en la Unión Europea y establecer un régimen de supervisión para las agencias de calificación ESG, el cual será ejercido por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA). Actualmente, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo han concluido sus posiciones sobre el proyecto de regulación, por lo cual, las negociaciones interinstitucionales seguirán adelante, y se espera que en el 2024 la regulación sea finalmente aprobada. Sin duda un gran hito en el mercado de las finanzas sostenibles.

No es un secreto que las agencias de calificación ESG están en el punto de mira de las críticas; sin embargo, tampoco se puede negar que son esenciales para el funcionamiento del mercado europeo de las finanzas sostenibles y, considerando que la confianza es fundamental para el funcionamiento de los mercados financieros, es imperativo establecer un marco regulatorio que garantice que las calificaciones ESG sean independientes, comparables, fiables, y de calidad adecuada, todo ello con el propósito de satisfacer las necesidades de los inversores y de las compañías calificadas; generando confianza en el mercado sobre las calificaciones ESG. Para lograr el objetivo, la CE ha propuesto un marco que aborda las principales preocupaciones del mercado, las cuales están enfocadas en los conflictos de interés asociados a la operación de las agencias de calificación ESG, la transparencia sobre las metodologías y procesos utilizados por los proveedores de calificación ESG, y la garantía que dichas metodologías sean rigurosas y de alta calidad. En esta misma línea, es importante mencionar que la Propuesta de Reglamento no tiene como objetivo homogeneizar las metodologías de calificación ESG que utilizan los proveedores, al contrario, preserva la discrecionalidad de éstos en cuanto a las metodologías a utilizar.

Por otro lado, y considerando que la industria de calificación y datos ESG es un mercado en constante crecimiento, en el cual coexisten grandes proveedores (en su mayoría americanos que también dominan el mercado de datos financieros) y proveedores emergentes (en su mayoría medianos y pequeños europeos), un aspecto sobre el cual el regulador debe prestar especial atención es el relacionado al principio de proporcionalidad, específicamente en el ámbito de los requisitos administrativos y organizativos requeridos para los proveedores de calificación ESG ya que, si éstos están diseñados en función de un modelo de negocio al que responden sólo los grandes y tradicionales operadores del mercado, se generaría un riesgo latente de socavar la competencia y diversidad de proveedores. Al contrario, si los requisitos regulatorios son proporcionales al modelo de negocio y los recursos del proveedor, se fomentaría un mercado competitivo en el cual operen tanto los proveedores tradicionales como los emergentes, salvaguardando que los recursos de los proveedores estén orientados, principalmente, a desarrollar metodologías de calificación innovadoras que aporten evaluaciones de alta calidad a los usuarios, generando confianza en los inversores, y, finalmente, contribuyendo al establecimiento de mercados financieros sostenibles, conforme se establece en el Pacto Verde Europeo.

En definitiva, la Propuesta de Reglamento nace con el objetivo de mejorar la calidad de las calificaciones ESG a través de los principios de integridad, transparencia, responsabilidad y buena gobernanza; lo cual repercutirá positivamente en los inversores y compañías, permitiendo que éstos tomen decisiones de inversión fundamentadas en materia de sostenibilidad.